viernes

Defensa de la alegría

a Trini

Defender la alegría como una trinchera
defenderla del escándalo y la rutina
de la miseria y los miserables
de las ausencias transitorias
y las definitivas
defender la alegría como un principio
defenderla del pasmo y las pesadillas
de los neutrales y de los neutrones
de las dulces infamias
y los graves diagnósticos

defender la alegría como una bandera
defenderla del rayo y la melancolía
de los ingenuos y de los canallas
de la retórica y los paros cardiacos
de las endemias y las academias

defender la alegía como un destino
defenderla del fuego y de los bomberos
de los suicidas y los homicidas
de las vacaciones y del agobio
de la obligación de estar alegres

defender la alegría como una certeza
defenderla del óxido y de la roña
de la famosa pátina del tiempo
del relente y del oportunismo
de los proxenetas de la risa

defender la alegría como un derecho
defenderla de dios y del invierno
de las mayúsculas y de la muerte
de los apellidos y las lástimas
del azar
y también de la alegría.


Mario Benedetti, Uruguay, 1920

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Un mar de poesía en este espacio… y de las buenas. Un placer conocer tu blog. Te felicito.

Sergio Sarachu dijo...

Gracias Salvador, aquí están todas y cada una por día para ser disfrutadas.
Siempre es un gusto tu paso por el blog y las huellas de tus comentarios.

María Marta Bruno dijo...

Cada vez que leo este poema, se me hace una imagen diferente.
Esta vez, el fragmento que me llegó es el que hace referencia a los proxenetas de la risa.

Gracias por ponerlo ahí... uno no siempre tiene las palabras tan a mano.

Un abrazo